sábado, 21 de mayo de 2011

IMPERATIVO de EMOCIONES: INDIGNAOS

Imagino que como media España, he devorado el famoso libro de Stephane Hessel. Buen punto de partida, la verdad. Interesante reflexión que , sin duda en estos días, está dejando su peso en la sociedad: acampadas en centros de máximo interés para un mejor impacto en la sociedad y en los medios de comunicación.

(La Vanguardia.com, 21.5.2011)
A favor o en contra? Esta es la pregunta de estos días.

Para muestra, un botón: una conversación entre dos perfiles que, a priori no deberían de estar tan lejanos, y lo están: una administrativa y una señora de la limpieza. Quién apuesta por qué? Te invito a leer.

La administrativa, joven, preparada, con titulación académica. Recurrente y muy al día de todo lo que ocurre en la sociedad.

La Sra de la limpieza, mayor, sin estudios pero con una vida curtida a base de sacrificio y esfuerzo para sacar adelante a su familia.

Una apuesta por la reacción, por el derecho a expresar la injusta realidad de la sociedad actual que, tras años de lucha, parece que no ha servido de nada. No es justo que una generación tan preparada no tenga derecho ni siquiera a trabajar. Que para labrarse un futuro tengan que pensar en emigrar. Y no hablemos del derecho a una vivienda:"Es realmente vergonzoso que gente de más de 30 años tenga que compartir un piso para poder pensar en salir de casa, como si continuasen siendo estudiantes. Pero es lo que hay, con sueldos de 1000 € y pisos de 400.000€ e hipotecas a 40 años .  INDIGNANTE!"

 La otra se queja de la falta de esfuerzo, del querer tener todo sin empezar si quiera una lucha interna, real. "SÍ,  no hay trabajo y ahí tienen razón. Pero en cuanto a lo del piso, mi hija vive en un piso de 57m2 con sus dos niños y muy dignamente y la juventud de ahora quiere uno de al menos 100m2, 4 habitaciones y 2 baños. Lo queréis todo y primero hay que ganárselo!".Pero, le pregunto, no debería ser usted de izquierdas?: "yo estoy al lado del que tiene el dinero, porque ese va a ser el que me va a dar trabajo, me va a dar de comer". La voz de la experiencia, de la lucha y de la racionalización de su necesidad. Una apuesta inteligente y un bofetón a la soberbia: por delante de todo va mi lucha por sobrevivir, pensé yo. La señora siguió con su discurso: "esta sociedad y esta gente no se esfuerza por nada, busca una sociedad del bienestar sin pensar en cómo ganárselo. Esta generación no sabe lo que es luchar por el día a día, solo buscan trabajar, sí, pero tenerlo todo y nosotros lo hemos tenido que trabajar, día a día, sin fiestas, sin comodidades, sin viajes, sin ropas de marca y sin nada de lujos.  INDIGNANTE!"

Ambas tienen razón, seguro. La respuesta no es fácil. Me preguntan y lo cierto es que estoy, como siempre, en el centro: la reacción es justa; la falta de cultura del esfuerzo, también.

Ya lo decía el otro día el (exitoso) Sr Roig (Mercadona): "seguiremos con la cultura del esfuerzo, que tan bien nos está funcionando y que en este país parece que falta por aceptar".

Me inclino por ambas: el derecho al trabajo debería de ser innegable por que es el pilar sobre el que poder construir. Pero no reniego tampoco del esfuerzo y trabajo de nuestros padres, que han procurado y creado una clase media, inexistente hace 50 años en este país, gracias a su trabajo, a su esfuerzo, a su renuncia de muchos lujos y a una visión colectiva que, ahora mismo, ha desaparecido de nuestro panorama. 

Me gusta la reacción, la unión y la fuerza del pueblo. Me gusta que salga a la calle, pacíficamente y exprese su sentimiento. Eso es bueno y eso es lo que hace LIBRE A UN PUEBLO. La justa exclamación de su sentir.



Es eso lo que nos distingue de los animales: la racionalidad y los sentimientos (no es por azar el nombre de este blog...!). Quizás, si realmente fuésemos capaces de unir ambas cualidades, de usar racionamente ese sentir, pudiéramos poner en marcha un sistema más justo y coherente que haga que la sociedad se implique en la "reforestación económica&social" de nuestro ilustre país. Pero implicarse significa esforzarse, no lo olvidemos.

No es fácil lo que tenemos por delante. Si seguimos lo que dice el Sr. Roig, "lo peor está por llegar". Así que preparémonos!. Utilicemos los imperativos para gobernar nuestras vidas, ya que generan movimiento, reacción y sobretodo, sugestión.

Una visión positiva
Un día soleado
Aire fresco y renovado

No hay comentarios:

Publicar un comentario